Si aún te confundes cuando te hablan de un café lavado, natural o honey, lee hasta el final y entenderás fácilmente los métodos de secado del café.
1. Café Lavado: Es el proceso de secado más tradicional y es cuando los granos de café se despulpan (quitarle la cáscara), se fermentan en agua y posteriormente se lava con agua para eliminar completamente el mucílago (capa gelatinosa que tiene el café luego de despulpado). Una vez limpios los granos de café, se secan al sol o de forma mecánica. Este proceso tiende a producir un café más limpio y equilibrado en sabor.
2. Café Honey: En esta práctica de secado, se despulpa el grano, y se pone a secar el café con el musílago, aportando dulzura y complejidad al sabor.
3. Café Natural: En este método, los granos de café se secan al sol con la pulpa del fruto aún intacta. Una vez que la fruta se seca por completo se trilla. Este proceso le da al café un sabor característico a frutas y dulzura, adicional, tiende a ser un café con más cuerpo.
Cada método de secado del café añade matices y particularidades distintas al sabor final de tu taza.
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